Hace poco acompañé a mi esposa a su cita con el ginecólogo y hasta ese día no me había puesto a pensar que es una buena oportunidad para que algunos puedan despejar sus dudas respecto de si toleran o no los cuernos.
Veamos: mi esposa asistió a su cita como regularmente lo hace. Por supuesto que fue bien bañadita, con el bello púbico bien recortado y ordenado (depilado sólo a los lados).
Su vestimenta no era nada del otro mundo, total, al final iba a subir a la camilla sólo con una batita. Había un biombo detrás del cual ella debía desvestirse y ponerse la bata pero ella no se ocultó mucho para esta acción, muestra que ya no le importa mucho frente a quién se quita la ropa...
El Dr le pidió que se suba a la camilla y le hizo alguna preguntas propias del examen y luego nos dijo "ahora vamos a revisarla, por favor recuéstese y levante las piernas", señalando el lugar donde debía apoyarlas...
Y entonces se hizo la luz!!! Mi esposita, con las piernas abiertas de par en par, dejó a la vista su hermosa raja... Y entonces comenzó mi reflexión cornuda: este tipo tiene una verga, tiene hormonas, pensamientos y fantasías que, si son como las mías, debería tener una super erección que sólo podría disimular sentado y con su holgada bata que traía puesta.
Él se preocupó en realizar un buen examen, iluminó la zona para "observar" mejor, le metió el espéculo para abrirla mejor, le metió uno, dos y no sé cuantos dedos, le manipuló la vagina a su antojo diciendo "no encuentro esto o aquello, por favor póngase de costadito" y mi esposa se reacomodaba, siempre con las piernas abiertas y con la mano del Dr metida en lo más profundo entre sus piernas.
El Dr examinó (y también se entretuvo) durante un rato y luego nos dijo, "voy a necesitar exámenes adicionales", entre esos exámenes solicitó una ecografía transvaginal que significaba que su amigo ecógrafo iba a tener a mi esposa en la misma posición y además le metería un instrumento similar a un consolador (porque hasta condón le ponen, entiendo que por higiene).
El Dr a cargo de la ecografía también se deleitó de igual manera... Preparó su instrumento, le puso un condón y lo lubricó con bastante gel para metérselo, con mucho cuidado, por la vagina a mi esposa, lo movía por aquí y por allá... Al finalizar el Dr tomó papel toalla y delicadamente limpió el exceso de lubricante de los labios vaginales de mi esposa. Creo que se dio cuenta porque me vio y me pidió que continuara con la limpieza.
Este tipo también debía tener una erección de caballo. Si yo estaba de lo más excitado, pienso que no había manera que los doctores inhiban su excitación.
Veamos: mi esposa asistió a su cita como regularmente lo hace. Por supuesto que fue bien bañadita, con el bello púbico bien recortado y ordenado (depilado sólo a los lados).
Su vestimenta no era nada del otro mundo, total, al final iba a subir a la camilla sólo con una batita. Había un biombo detrás del cual ella debía desvestirse y ponerse la bata pero ella no se ocultó mucho para esta acción, muestra que ya no le importa mucho frente a quién se quita la ropa...
El Dr le pidió que se suba a la camilla y le hizo alguna preguntas propias del examen y luego nos dijo "ahora vamos a revisarla, por favor recuéstese y levante las piernas", señalando el lugar donde debía apoyarlas...
Y entonces se hizo la luz!!! Mi esposita, con las piernas abiertas de par en par, dejó a la vista su hermosa raja... Y entonces comenzó mi reflexión cornuda: este tipo tiene una verga, tiene hormonas, pensamientos y fantasías que, si son como las mías, debería tener una super erección que sólo podría disimular sentado y con su holgada bata que traía puesta.
Él se preocupó en realizar un buen examen, iluminó la zona para "observar" mejor, le metió el espéculo para abrirla mejor, le metió uno, dos y no sé cuantos dedos, le manipuló la vagina a su antojo diciendo "no encuentro esto o aquello, por favor póngase de costadito" y mi esposa se reacomodaba, siempre con las piernas abiertas y con la mano del Dr metida en lo más profundo entre sus piernas.
El Dr examinó (y también se entretuvo) durante un rato y luego nos dijo, "voy a necesitar exámenes adicionales", entre esos exámenes solicitó una ecografía transvaginal que significaba que su amigo ecógrafo iba a tener a mi esposa en la misma posición y además le metería un instrumento similar a un consolador (porque hasta condón le ponen, entiendo que por higiene).
El Dr a cargo de la ecografía también se deleitó de igual manera... Preparó su instrumento, le puso un condón y lo lubricó con bastante gel para metérselo, con mucho cuidado, por la vagina a mi esposa, lo movía por aquí y por allá... Al finalizar el Dr tomó papel toalla y delicadamente limpió el exceso de lubricante de los labios vaginales de mi esposa. Creo que se dio cuenta porque me vio y me pidió que continuara con la limpieza.
Este tipo también debía tener una erección de caballo. Si yo estaba de lo más excitado, pienso que no había manera que los doctores inhiban su excitación.
Finalmente, les muestro un par de imágenes y les pregunto ¿qué diferencia hay en que su mujer se abra de piernas y exhiba sus cositas en un consultorio o en una habitación de un hotel?